Introducción al pranayama
Pranayama Yoga
Todos los seres humanos tienen algo en común: la respiración. Sin respiración no hay vida. Y el Pranayama, la cual es una práctica desarrollada en yoga para controlar la respiración persigue un fin: conectar a la persona con el universo y que esta obtenga su energía para una vitalidad superior y claridad mental.
El Pranayama es enseñado en clases de Yoga y desarrolla diferentes técnicas de respiración para lograr el objetivo.
Existe la respiración torácica, abdominal y la respiración clavicular. El Pranayama busca entonces controlar estos tipos de respiración y lograr así una respiración completa, a través de la cual se logre la conexión con el universo para la obtención de energía.
Para lograr el control de la respiración es necesario un entrenamiento constante, puesto que, al igual que en una disciplina deportiva se necesita entrenar para llegar a la condición física apropiada y alcanzar la meta; así también en Yoga, se hace necesario entrenar la respiración a través del Pranayama.
Lo que debes saber para realizar el Pranayama
Para realizar los ejercicios indicados por el pranayama, los cuales son denominados “mayores” y “menores”, es necesario adoptar cualquiera de las siguientes posturas o posiciones:
Medio Loto
Loto
Zapatero
Para comenzar a desarrollar las técnicas, es imprescindible encontrarse en una posición que garantice estabilidad, como la asana de loto. Sin embargo, si aún no cuentas con la flexibilidad necesaria para esta postura, puedes adoptar la del zapatero, o hacer uso de accesorios que te ayuden a permanecer estable (cojines, almohadas o sillas).
El Pranayama enseña más de 3 ejercicios, sin embargo, hoy queremos destacar los más practicados. Pero antes, es necesario conocer más de cerca los diferentes tipos de respiración:
Respiración torácica
Es aquella que permite un movimiento de las costillas y una expansión de la caja torácica. Para lograrla se recomienda contraer el área abdominal y respirar; de este modo, el vientre no se expandirá sino que lo hará el tórax.
Respiración abdominal
Esta es la respiración que la mayoría de las personas hace de manera inconsciente. El pranayama busca controlar esta respiración y hacerla silenciosa y lenta para que el aire circule correctamente por los pulmones.
No debe escucharse la propia respiración y tampoco debe haber mayor movimiento del vientre.
Respiración clavicular
Este tipo de respiración permite la circulación del aire a la parte superior de los pulmones y los llena. Para lograrla solo se necesita levantar las clavículas y tomar aire.
Aunque este tipo de respiración parezca un tanto ineficiente, es necesaria para acompañar a los dos tipos anteriores, pues al unirse las tres, se logra una respiración completa, la cual se exige para lograr varios de los ejercicios del Pranayama.
El Pranayama y sus ejercicios
Kapalabhatti. Este ejercicio de respiración consiste en expulsar el aire de los pulmones bruscamente, contrayendo de manera rápida los abdominales, lo cual genera una expulsión fuerte del aire a través de las fosas nasales.
Este ejercicio aporta los siguientes beneficios a quienes lo practican:
Aumenta la energía
Disminuye el letargo o la pereza.
Limpia el sistema respiratorio
Aclara la mente y la activa.
No es recomendable realizar este ejercicio cuando se presentan signos de depresión, ansiedad, epilepsia, embarazo o se sufre de diabetes.
Respiración Solar. Para realizar este ejercicio, el aire se debe tomar por la fosa derecha y expulsarse por la fosa nasal izquierda. Debe realizarse en el siguiente ciclo de respiración: 5 segundos de aspiración del aire, 10 segundos de mantención del aire y 10 segundos de expulsión del mismo.
Beneficios:
Mayor control de la respiración
Aumenta los niveles de concentración
Anulom Viloma. Para realizar este ejercicio es necesario tomar el aire por la fosa izquierda, aguantar 10 segundos y expulsar por la fosa derecha, para luego hacerlo inversamente (ahora se toma por la derecha, se aguanta y luego se expulsa por la izquierda).
Para realizar este ejercicio es necesario establecer una postura sencilla del pranayama donde los hombros se encuentren en estado de relajación y hacer el Vishnu Mudra (llevar los dedos “corazón” e “índice” de la mano derecha hacia la palma de la mano) o simplemente descansar las yemas de tus dedos entre tus cejas.
Beneficios:
Purifica los pulmones
Provee sensación de calma
Limpia los canales del sistema energético
Provee equilibrio
Los ejercicios de pranayama tienen un efecto revitalizador sobre quienes los realizan, además que proveen sensación de paz y calma.
Debido a que el yoga persigue la unión entre cuerpo, mente y espíritu; el Pranayama se considera una herramienta elemental del mismo, ya que a través de la respiración se puede controlar la mente, pues estas dos últimas (respiración y mente) comparten un vínculo muy fuerte.
“Si la respiración es agitada, la mente se encontrará agitada. Cuando se logra controlar la respiración, el yogui alcanzará la quietud mental necesaria para su momento de paz y conexión universal” – Pradipika.